El proyecto GAL-LAR tiene su origen inicial en un pequeño taller creado para satisfacer las necesidades de la explotación ganadera familiar.
Con el paso del tiempo este primitivo taller fue creciendo a la vez que su impulsor. Fueron llegando nuevas maquinas y herramientas, nuevos conocimientos y nuevas experiencias de forma que poco a poco se abría la posibilidad de abordar proyectos mayores o mas complejos.
En aquellos tiempos el taller era un local largo y de escasa luz natural, lo que dio la idea del primer nombre que se le daría: Sorginkoba Olatxua. Literalmente sorgin en euskera es creador o creadora (forma en la que se conocía antiguamente a las parteras), koba (o lezea) es cueva y ola es factoría o taller. Así pues el nombre pretendía equiparar el pequeño y oscuro taller a una cueva donde se creaban cosas, y así es que Sorginkoba Olatxua literalmente significa "pequeño taller cueva del que crea".
Mas tarde surgió la intención de marcar los trabajos creados en este tallercito a modo de marca o distintivo. Es así como surge GAL-LAR (Gallastegi-Lardizabal). El nombre esta inspirado en un apellido de cada rama de la familia como homenaje y recuerdo de toda la inspiración, apoyo y ayuda recibidas, sin las cuales este proyecto no hubiera sido posible.
Es ya en 2024 cuando su alma mater decide abordar este proyecto con toda la fuerza, ilusión y conocimiento acumulados en 10 años de carrera profesional como Ingeniero Industrial en empresas punteras, en su mayoría dedicadas a un sector tan exigente y dinámico como el sector automotriz.
Algo distintivo de GAL-LAR es que somos apasionados de la ingeniería y el metal, y los trabajamos con esmero, tanto en la misma mesa de diseño como en su transformación en el taller. Esta combinación ofrece la posibilidad de realizar proyectos llave en mano.
En GAL-LAR no nos dedicamos en exclusiva a un tipo de labor o producto, nos dedicamos a aportar soluciones. Nos gustan los retos porque pensamos que cada reto superado nos aporta conocimiento y confianza. Nos atrevemos con piezas grandes como puertas de fincas agrícolas o complementos para tractores, con piezas pequeñas como mecanismos de ventanas, con diseños propios de pequeñas máquinas... Nuestras ganas no tienen límite.
Nuestro fuerte son los trabajos personalizados y a medida, cubriendo el hueco que dejan las grandes producciones seriadas, realizando diseños adaptados a la necesidad.
Otro aspecto que nos caracteriza es nuestra conciencia ecológica. No nos gusta la cultura del "usar y tirar", por eso fabricamos las cosas pensando en que cumplan su función por el máximo de tiempo posible y nos tomamos las reparaciones muy en serio, ya que lo que se repara no se convierte en residuo.
Sabemos que nosotros solos no vamos a salvar el mundo, pero ponemos nuestro granito de arena y estamos atentos a nuevos pasos que podamos dar.
Si tienes algún proyecto en mente y te encaja nuestra forma de trabajar, necesitas ayuda con algo relacionado o nos quieres proponer algún diseño no dudes en contactar con nosotros, con gusto te responderemos lo antes posible.
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